Oro: Incluso en el antiguo Egipto, los eruditos y faraones juraban por el poder del oro como un elixir de belleza. El oro activa la regeneración celular y restablece la elasticidad. El brillo de las más finas partículas de oro hace que la piel brille como el sol y que las pequeñas arrugas y líneas desaparezcan visualmente.
Caviar: El océano no solo es la fuente de la vida, sino que también contiene numerosos ingredientes activos para nuestra belleza. El extracto de caviar combina estos diversos ingredientes activos y es rico en oligoelementos, minerales, vitaminas, lípidos y proteínas. Activa el metabolismo celular y mejora el contenido de humedad en la delicada zona de los ojos.
Miel: Una sola abeja visita casi 6,000 flores para producir un gramo de miel. La miel es una sustancia producida enzimáticamente por la abeja a partir del néctar de las flores, que consiste esencialmente en carbohidratos. El alto contenido de azúcar retiene la humedad y reduce así las arrugas.
Immucell: Oligopéptido derivado de la levadura. Causa una regeneración celular intensiva, estimula el sistema inmunológico de la piel y, por lo tanto, la protege de influencias ambientales negativas. Las arrugas se suavizan al mejorar la elasticidad de la piel. La tez luce fresca y rellena.
Hamamelis: Es una planta arbustiva. Puede alcanzar una altura de hasta 9 metros. Su procedencia original es de América del Norte, donde los nativos americanos ya la utilizaban como agente hemostático con propiedades medicinales. Hamamelis tiene un efecto astringente, tonificante y antiinflamatorio.
Allantoin: Es un derivado de la úrea que se obtiene del jugo de la remolacha, de las raíces negras de consuelda, de la corteza del castaño de indias, del arce, del germen de trigo y del arroz. Tiene un efecto antiinflamatorio y antiséptico suave. Acelera el proceso de curación. Una piel áspera y agrietada vuelve a estar suave y flexible.
Triactigen: Se obtiene de la levadura y estimula a los fibroblastos para que produzcan más fibras de colágeno. Ayuda a la piel a reparar el daño en la estructura de la fibra. El tejido gana más elasticidad.